Se van cumpliendo los objetivos.
Me siento muy contento y satisfecho con el trabajo realizado hasta ahora en la escritura del ensayo. Tras un mes entero dedicado a documentarme, conseguí arrancar. Estoy comprobando que escribir un libro es una tarea dura pero a la vez apasionante. Las etapas que vas cumpliendo están muy definidas pero hay algunos inconvenientes que van surgiendo, pero con ilusión se van superando.
Hoy es un día especial porque he finalizado de escribir el capítulo 11 y eso quiere decir que ya tengo la mitad de la obra narrada. Es muy emotivo porque echando la vista atrás, no podía imaginar que en un par de meses habría llegado a este punto tan pronto y orgulloso de la forma que va tomado. Son muchas horas dedicadas al proyecto, pero cada una de ellas las he sentido y disfrutado plenamente. No está siendo un trabajo, sino más bien una actividad que pertenece a un proceso de autoconocimiento. Desde un principio tuve claro que el objetivo era ordenar una transición de hechos personales y analizar las circunstancias que provocaron dicho camino.
He pasado por instantes donde las emociones se han presentado de muchas formas diferentes. Recordar tu infancia, pasando por visualizar etapas de la vida y situaciones puntuales, algunas de ellas muy difíciles, provoca que sigas enganchado a la historia y quieras indagar más y más en tu psique. He conocido lo que es el miedo a la página en blanco, a tener que borrar párrafos y páginas, a tener que suspender actividades porque la inspiración llegó aquel día para quedarse… Son momentos que me han dado vida, donde la creatividad bulle y te hace sentir muy vivo.
He decidido parar durante el mes de Agosto, relajarme para volver en Septiembre y darle un buen empujón. No tengo prisa por finalizarlo, pero me he acostumbrado a marcar objetivos y quiero que el 30 de Noviembre de 2016 esté finalizado el redactado. A ver si es verdad.