
Escribir una novela es una experiencia preciosa, lo he dicho muchas veces. Y también lo es por recibir palabras tan intensas como las de Miguel Sarceda, amigo que me acompañó en la presentación de La promesa de Ruth en mi localidad, Petrer.
Hablo de la reseña que se ha publicado en la revista local Festa donde se habla de cultura y, entre muchos temas interesantes, han dedicado un espacio para repasar las publicaciones de los autores locales.
Reseña de La promesa de Ruth, por Miguel Sarceda.
¿Hasta qué punto una promesa puede tener la fuerza suficiente para despegar a una persona de una profunda depresión? De esta idea parte la novela de Luis David Pérez que propone una historia repleta de suspense donde no deja indiferente a nadie. Se trata de un texto trabajado durante dos años y medio y que ve la luz con la intención de emocionar y despertar conciencias.
En palabras de su autor, el thriller psicológico La promesa de Ruth muestra los bruscos vaivenes emocionales de un hombre, Pablo, que después de sufrir una serie de adversidades, se ve noqueado y está a punto de poner fin a su vida. El autor incide mucho en la existencia de “gotas de luz”; señales que la vida pone ante ti. Extrapolado a cualquier ámbito cotidiano, son personas, acciones o situaciones que, detectadas en el momento preciso, pueden ser el brazo ideal para agarrarse a la vida y seguir con la lucha.
La trama nace en Madrid y transcurre principalmente en Cuba, donde el protagonista viaja buscando cumplir una promesa que hizo a Ruth, su mujer. Una vez allí, sucede algo extraño a su alrededor. En sus primeras horas en La Habana, la tensión va creciendo hasta el punto de verse convertido en el foco de una oscura trama.
Con un trabajo intenso de documentación, el texto ha pasado por el filtro de especialistas policiales, militares y ciudadanos cubanos, así como profesionales cuyas actividades están representadas en la obra.
Desde mi modesta opinión, no queda otra opción que sumergirse en la lectura de sus líneas, redactadas y pulidas con mimo para ofrecer al lector momentos de inquietud, donde la tensión puede dejarle sin uñas y, a la vez, unas páginas más tarde, ver sus párpados humedecer con escenas que llegan a rozar lo entrañable.
Luis David Pérez con Miguel Sarceda en la presentación de La promesa de Ruth.

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